2 CRONICAS 30

He 1.14  ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?

Is 7. 15, 16 Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno.
7:16 Porque antes que el niño sepa desechar lo malo y escoger lo bueno, la tierra de los dos reyes que tú temes será abandonada.

Fil 3. 7, 8 Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo.
3:8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,

Dt 16.1 Guardarás el mes de Abib, y harás pascua a Jehová tu Dios; porque en el mes de Abib te sacó Jehová tu Dios de Egipto, de noche.

Stg 4. 16 Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala;

1 Tes 5. 16 – 19  Estad siempre gozosos.
5:17 Orad sin cesar.
5:18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
5:19 No apaguéis al Espíritu.

Neh 8.10 Luego les dijo: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza.

Mal 2. 7 Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley; porque mensajero es de Jehová de los ejércitos.

He  7. 24 – 28 mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable;
7:25 por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.
7:26 Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos;
7:27 que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
7:28 Porque la ley constituye sumos sacerdotes a débiles hombres; pero la palabra del juramento, posterior a la ley, al Hijo, hecho perfecto para siempre.

2 Sam 3. 36  Todo el pueblo supo esto, y le agradó; pues todo lo que el rey hacía agradaba a todo el pueblo.

Est 3. 14 La copia del escrito que se dio por mandamiento en cada provincia fue publicada a todos los pueblos, a fin de que estuviesen listos para aquel día.

Dt 16. 5,6  No podrás sacrificar la pascua en cualquiera de las ciudades que Jehová tu Dios te da;
16:6 sino en el lugar que Jehová tu Dios escogiere para que habite allí su nombre, sacrificarás la pascua por la tarde a la puesta del sol, a la hora que saliste de Egipto.

2 Cor 3. 1 -3 ¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O tenemos necesidad, como algunos, de cartas de recomendación para vosotros, o de recomendación de vosotros?
3:2 Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres;
3:3 siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón.

Sal 103. 20 – 22 Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles,
Poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra,
Obedeciendo a la voz de su precepto.
103:21 Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos,
Ministros suyos, que hacéis su voluntad.
103:22 Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras,
En todos los lugares de su señorío.
Bendice, alma mía, a Jehová. 

Rom 4. 13 Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe

Rom 9. 7, 8 ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia.
9:8 Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes.

Tit 2. 14  quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.

2 Cor 7.1 Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.

Sal 34. 13, 14  Guarda tu lengua del mal,
Y tus labios de hablar engaño.
34:14 Apártate del mal, y haz el bien;
Busca la paz, y síguela. 

Ef 4. 22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,

Lc  7. 47, 50 Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama.  7:50 Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, vé en paz.

hch 7. 51 ¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.

3 Jn 1.11 Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios.

1 Cor 7.1 En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer;

Prv 3.11, 12 No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, 
Ni te fatigues de su corrección;
3:12 Porque Jehová al que ama castiga,
Como el padre al hijo a quien quiere. 

Jn 6. 63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.

Sal 103. 4  El que rescata del hoyo tu vida,
El que te corona de favores y misericordias; 

Jn 11. 25 – 27  Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. 
11:26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
11:27 Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.

Neh 6. 3 Y les envié mensajeros, diciendo: Yo hago una gran obra, y no puedo ir; porque cesaría la obra, dejándola yo para ir a vosotros.

1 Tim 2. 8 Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.

1 Tim 4. 16 Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.

Fil 3. 20  Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;

1 Ped 1. 4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,

Jer 22. 29  ¡Tierra, tierra, tierra! oye palabra de Jehová.

2 Cro 7. 14 Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.

Sof 2. 3  Buscad a Jehová todos los humildes de la tierra, los que pusisteis por obra su juicio; buscad justicia, buscad mansedumbre; quizás seréis guardados en el día del enojo de Jehová.

Luc 12. 13 – 21, 32 – 34  Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia.
12:14 Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor?
12:15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee
12:16 También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. 
12:17 Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? 
12:18 Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; 
12:19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. 
12:20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? 
12:21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.  

 No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino. 
12:33 Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye. 
12:34 Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.

Mt 6. 20, 21

1 Cor 5. 11 No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino. 
12:33 Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye. 
12:34 Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.

1 Cor 11. 26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.

2 Cro 14. 3 – 5  Porque quitó los altares del culto extraño, y los lugares altos; quebró las imágenes, y destruyo los símbolos de Asera;
14:4 y mandó a Judá que buscase a Jehová el Dios de sus padres, y pusiese por obra la ley y sus mandamientos.
14:5 Quitó asimismo de todas las ciudades de Judá los lugares altos y las imágenes, y estuvo el reino en paz bajo su reinado.

1 Tes 3. 10 orando de noche y de día con gran insistencia, para que veamos vuestro rostro, y completemos lo que falte a vuestra fe?

Ef 6. 18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;

1 Ped 1. 19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,

He 9. 12 – 14, 22 y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.
9:13 Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne,
9:14 ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?

Lv 11. 44  Porque yo soy Jehová vuestro Dios; vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo; así que no contaminéis vuestras personas con ningún animal que se arrastre sobre la tierra.

Fil 1.3, 4 Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros,
1:4 siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros,

Jer 33. 6 He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad.

Ex 12 1 Habló Jehová a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo:
12:2 Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses del año.
12:3 Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia.
12:4 Mas si la familia fuere tan pequeña que no baste para comer el cordero, entonces él y su vecino inmediato a su casa tomarán uno según el número de las personas; conforme al comer de cada hombre, haréis la cuenta sobre el cordero.
12:5 El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras.
12:6 Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes.
12:7 Y tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer.
12:8 Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas amargas lo comerán.
12:9 Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus pies y sus entrañas.
12:10 Ninguna cosa dejaréis de él hasta la mañana; y lo que quedare hasta la mañana, lo quemaréis en el fuego.
12:11 Y lo comeréis así: ceñidos vuestros lomos, vuestro calzado en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Jehová.
12:12 Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así de los hombres como de las bestias; y ejecutaré mis juicios en todos los dioses de Egipto. Yo Jehová.
12:13 Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto.
12:14 Y este día os será en memoria, y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová durante vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis.
12:15 Siete días comeréis panes sin levadura; y así el primer día haréis que no haya levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo, será cortado de Israel.
12:16 El primer día habrá santa convocación, y asimismo en el séptimo día tendréis una santa convocación; ninguna obra se hará en ellos, excepto solamente que preparéis lo que cada cual haya de comer.
12:17 Y guardaréis la fiesta de los panes sin levadura, porque en este mismo día saqué vuestras huestes de la tierra de Egipto; por tanto, guardaréis este mandamiento en vuestras generaciones por costumbre perpetua.
12:18 En el mes primero comeréis los panes sin levadura, desde el día catorce del mes por la tarde hasta el veintiuno del mes por la tarde.
12:19 Por siete días no se hallará levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado, así extranjero como natural del país, será cortado de la congregación de Israel.
12:20 Ninguna cosa leudada comeréis; en todas vuestras habitaciones comeréis panes sin levadura.
12:21 Y Moisés convocó a todos los ancianos de Israel, y les dijo: Sacad y tomaos corderos por vuestras familias, y sacrificad la pascua.
12:22 Y tomad un manojo de hisopo, y mojadlo en la sangre que estará en un lebrillo, y untad el dintel y los dos postes con la sangre que estará en el lebrillo; y ninguno de vosotros salga de las puertas de su casa hasta la mañana.
12:23 Porque Jehová pasará hiriendo a los egipcios; y cuando vea la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará Jehová aquella puerta, y no dejará entrar al heridor en vuestras casas para herir.
12:24 Guardaréis esto por estatuto para vosotros y para vuestros hijos para siempre.
12:25 Y cuando entréis en la tierra que Jehová os dará, como prometió, guardaréis este rito.
12:26 Y cuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué es este rito vuestro?,
12:27 vosotros responderéis: Es la víctima de la pascua de Jehová, el cual pasó por encima de las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó y adoró.
12:28 Y los hijos de Israel fueron e hicieron puntualmente así, como Jehová había mandado a Moisés y a Aarón.
12:29 Y aconteció que a la medianoche Jehová hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sentaba sobre su trono hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito de los animales.
12:30 Y se levantó aquella noche Faraón, él y todos sus siervos, y todos los egipcios; y hubo un gran clamor en Egipto, porque no había casa donde no hubiese un muerto.
12:31 E hizo llamar a Moisés y a Aarón de noche, y les dijo: Salid de en medio de mi pueblo vosotros y los hijos de Israel, e id, servid a Jehová, como habéis dicho.
12:32 Tomad también vuestras ovejas y vuestras vacas, como habéis dicho, e idos; y bendecidme también a mí.
12:33 Y los egipcios apremiaban al pueblo, dándose prisa a echarlos de la tierra; porque decían: Todos somos muertos.
12:34 Y llevó el pueblo su masa antes que se leudase, sus masas envueltas en sus sábanas sobre sus hombros.
12:35 E hicieron los hijos de Israel conforme al mandamiento de Moisés, pidiendo de los egipcios alhajas de plata, y de oro, y vestidos.
12:36 Y Jehová dio gracia al pueblo delante de los egipcios, y les dieron cuanto pedían; así despojaron a los egipcios.
12:37 Partieron los hijos de Israel de Ramesés a Sucot, como seiscientos mil hombres de a pie, sin contar los niños.
12:38 También subió con ellos grande multitud de toda clase de gentes, y ovejas, y muchísimo ganado.
12:39 Y cocieron tortas sin levadura de la masa que habían sacado de Egipto, pues no había leudado, porque al echarlos fuera los egipcios, no habían tenido tiempo ni para prepararse comida.
12:40 El tiempo que los hijos de Israel habitaron en Egipto fue cuatrocientos treinta años.
12:41 Y pasados los cuatrocientos treinta años, en el mismo día todas las huestes de Jehová salieron de la tierra de Egipto.
12:42 Es noche de guardar para Jehová, por haberlos sacado en ella de la tierra de Egipto. Esta noche deben guardarla para Jehová todos los hijos de Israel en sus generaciones.
12:43 Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Esta es la ordenanza de la pascua; ningún extraño comerá de ella.
12:44 Mas todo siervo humano comprado por dinero comerá de ella, después que lo hubieres circuncidado.
12:45 El extranjero y el jornalero no comerán de ella.
12:46 Se comerá en una casa, y no llevarás de aquella carne fuera de ella, ni quebraréis hueso suyo.
12:47 Toda la congregación de Israel lo hará.
12:48 Mas si algún extranjero morare contigo, y quisiere celebrar la pascua para Jehová, séale circuncidado todo varón, y entonces la celebrará, y será como uno de vuestra nación; pero ningún incircunciso comerá de ella.
12:49 La misma ley será para el natural, y para el extranjero que habitare entre vosotros.
12:50 Así lo hicieron todos los hijos de Israel; como mandó Jehová a Moisés y a Aarón, así lo hicieron.
12:51 Y en aquel mismo día sacó Jehová a los hijos de Israel de la tierra de Egipto por sus ejércitos.

Luc 22. 16- 22 Porque os digo que no la comeré más, hasta que se cumpla en el reino de Dios.
22:17 Y habiendo tomado la copa, dio gracias, y dijo: Tomad esto, y repartidlo entre vosotros; 
22:18 porque os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta que el reino de Dios venga.
22:19 Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. 
22:20 De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama. 
22:21 Mas he aquí, la mano del que me entrega está conmigo en la mesa. 
22:22 A la verdad el Hijo del Hombre va, según lo que está determinado; pero ¡ay de aquel hombre por quien es entregado!  

1 Rey 5. 4  Ahora Jehová mi Dios me ha dado paz por todas partes; pues ni hay adversarios, ni mal que temer.

Lev 9. 22 Después alzó Aarón sus manos hacia el pueblo y lo bendijo; y después de hacer la expiación, el holocausto y el sacrificio de paz, descendió.

Rom 8. 12  Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne;

Mt 22. 8 – 13  Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; mas los que fueron convidados no eran dignos.
22:9 Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis.
22:10 Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.
22:11 Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda.
22:12 Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció.
22:13 Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. 

1 Ped 2.11  Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,

Sal 97.11  Luz está sembrada para el justo,
Y alegría para los rectos de corazón. 

Ef 4.4 -6 un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación;
4:5 un Señor, una fe, un bautismo,
4:6 un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.

Mar 7.6, 7  Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: 
Este pueblo de labios me honra, 
Mas su corazón está lejos de mí. 
7:7    Pues en vano me honran, 
Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. 

Mar 9. 29 Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno. 

Mt 11. 28 – 30  Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
11:29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
11:30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. 

Mt 6. 6, 16 – 18 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

 Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
6:17 Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro,
6:18 para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

Est 4. 15 – 17 Y Ester dijo que respondiesen a Mardoqueo:
4:16 Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca.
4:17 Entonces Mardoqueo fue, e hizo conforme a todo lo que le mandó Ester.

Sal 55. 22  Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará;
No dejará para siempre caído al justo. 

Pr 15. 13 El corazón alegre hermosea el rostro; 
Mas por el dolor del corazón el espíritu se abate. 

Luc 15. 14 – 20 Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. 
15:15 Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos.
15:16 Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. 
15:17 Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! 
15:18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. 
15:19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. 
15:20 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. 
15:21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. 
15:22 Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies.  

Job 6. 7 Las cosas que mi alma no quería tocar,
Son ahora mi alimento.

Rom 5. 8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

1 Rey 6. 16 El le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.

Sal 142. 7  Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre;
Me rodearán los justos,
Porque tú me serás propicio. 

Mar 3. 35 Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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