Maná Hechos 5

He 13:8: Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. 

Sal 139:1-4: Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
139:2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme;
Has entendido desde lejos mis pensamientos.
139:3 Has escudriñado mi andar y mi reposo,
Y todos mis caminos te son conocidos.
139:4 Pues aún no está la palabra en mi lengua,
Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.

Gn 9:1: Bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra.

2 S 22:33: Dios es el que me ciñe de fuerza, 
Y quien despeja mi camino; 

Sal 147:14,15: El da en tu territorio la paz;
Te hará saciar con lo mejor del trigo.
147:15 El envía su palabra a la tierra;
Velozmente corre su palabra.

2 P 3:9: El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. 

Jer 30:17: Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda. 

He 13:6: de manera que podemos decir confiadamente: 
El Señor es mi ayudador; no temeré 
Lo que me pueda hacer el hombre.

Jos 1:9: Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. 

Dt 5:33: Andad en todo el camino que Jehová vuestro Dios os ha mandado, para que viváis y os vaya bien, y tengáis largos días en la tierra que habéis de poseer.

Jn 11:40: Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?

Lc 7:7: por lo que ni aun me tuve por digno de venir a ti; pero di la palabra, y mi siervo será sano. 

Jn 6:63,68: El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. 68 Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. 

Stg 3:14-16: Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; 
3:15 porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. 
3:16 Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa. 

Gá 4:16: ¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por deciros la verdad? 

Gà 5:25: Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. 

Dn 4:35: Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces? 

Gá 5:17: Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.

Sal 142:7: Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre;
Me rodearán los justos,
Porque tú me serás propicio.

Stg 2:22,26: ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?  26 Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.

Neh 4:1-8: Cuando oyó Sanbalat que nosotros edificábamos el muro, se enojó y se enfureció en gran manera, e hizo escarnio de los judíos. 
4:2 Y habló delante de sus hermanos y del ejército de Samaria, y dijo: ¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿Se les permitirá volver a ofrecer sus sacrificios? ¿Acabarán en un día? ¿Resucitarán de los montones del polvo las piedras que fueron quemadas? 
4:3 Y estaba junto a él Tobías amonita, el cual dijo: Lo que ellos edifican del muro de piedra, si subiere una zorra lo derribará. 
4:4 Oye, oh Dios nuestro, que somos objeto de su menosprecio, y vuelve el baldón de ellos sobre su cabeza, y entrégalos por despojo en la tierra de su cautiverio. 
4:5 No cubras su iniquidad, ni su pecado sea borrado delante de ti, porque se airaron contra los que edificaban. 
4:6 Edificamos, pues, el muro, y toda la muralla fue terminada hasta la mitad de su altura, porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar. 
4:7 Pero aconteció que oyendo Sanbalat y Tobías, y los árabes, los amonitas y los de Asdod, que los muros de Jerusalén eran reparados, porque ya los portillos comenzaban a ser cerrados, se encolerizaron mucho; 
4:8 y conspiraron todos a una para venir a atacar a Jerusalén y hacerle daño. 

Stg 4:7: Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. 

1 P 5:8: Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; 

Fil 4:13: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. 

Sal 119:109: Mi vida está de continuo en peligro,
Mas no me he olvidado de tu ley.

Mt 24:33:

Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las 
puertas.

Ef 5:14: Por lo cual dice: 
Despiértate, tú que duermes, 
Y levántate de los muertos, 
Y te alumbrará Cristo. 

2 Ts 3:1: Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros, 

He 1:14: ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?

2 R 6:16: El le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos. 

Mt 6:12: Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

2 Co 3:16-18: Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará. 
3:17 Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 
3:18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.

Sal 9:20: Pon, oh Jehová, temor en ellos;
Conozcan las naciones que no son sino hombres. Selah

Cnt 2:13: La higuera ha echado sus higos, 
Y las vides en cierne dieron olor; 
Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven. 

Col 3:17: Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.

Lc 6:45: El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.

Ec 3:1: Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. 

1 Co 3:7: Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. 

Jn 3:12: Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales? 

Lc 16:10: El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto. 

Col 3:23: Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; 

Fil 2:9: Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 

Mt 12:38-41:

Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal.
12:39 El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás.
12:40 Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.
12:41 Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar.

He 2:3: ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, 

2 R 1:3: Entonces el ángel de Jehová habló a Elías tisbita, diciendo: Levántate, y sube a encontrarte con los mensajeros del rey de Samaria, y diles: ¿No hay Dios en Israel, que vais a consultar a Baal-zebub dios de Ecrón? 

Sal 19:12: ¿Quién podrá entender sus propios errores?
Líbrame de los que me son ocultos.

Sal 38:18: Por tanto, confesaré mi maldad,
Y me contristaré por mi pecado.

Sal 51:17: Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;
Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

Ef 4:27: ni deis lugar al diablo. 

Mt 26:41: Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. 

Am 5:4: Pero así dice Jehová a la casa de Israel: Buscadme, y viviréis; 

Ec 8:3: No te apresures a irte de su presencia, ni en cosa mala persistas; porque él hará todo lo que quiere. 

Mt 22:32: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.

Dt 31:6: Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará. 

Fil 1:6: estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo; 

Col 4:2: Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias; 

Gn 40:12-23: Y le dijo José: Esta es su interpretación: los tres sarmientos son tres días. 
40:13 Al cabo de tres días levantará Faraón tu cabeza, y te restituirá a tu puesto, y darás la copa a Faraón en su mano, como solías hacerlo cuando eras su copero. 
40:14 Acuérdate, pues, de mí cuando tengas ese bien, y te ruego que uses conmigo de misericordia, y hagas mención de mí a Faraón, y me saques de esta casa. 
40:15 Porque fui hurtado de la tierra de los hebreos; y tampoco he hecho aquí por qué me pusiesen en la cárcel. 
40:16 Viendo el jefe de los panaderos que había interpretado para bien, dijo a José: También yo soñé que veía tres canastillos blancos sobre mi cabeza. 
40:17 En el canastillo más alto había de toda clase de manjares de pastelería para Faraón; y las aves las comían del canastillo de sobre mi cabeza. 
40:18 Entonces respondió José, y dijo: Esta es su interpretación: Los tres canastillos tres días son. 
40:19 Al cabo de tres días quitará Faraón tu cabeza de sobre ti, y te hará colgar en la horca, y las aves comerán tu carne de sobre ti. 
40:20 Al tercer día, que era el día del cumpleaños de Faraón, el rey hizo banquete a todos sus sirvientes; y alzó la cabeza del jefe de los coperos, y la cabeza del jefe de los panaderos, entre sus servidores. 
40:21 E hizo volver a su oficio al jefe de los coperos, y dio éste la copa en mano de Faraón. 
40:22 Mas hizo ahorcar al jefe de los panaderos, como lo había interpretado José. 
40:23 Y el jefe de los coperos no se acordó de José, sino que le olvidó.

Ro 8:37-39: Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 
8:38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 
8:39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Fil 1:29: Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él, 

Mt 5:11: Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.

2 Ti 4:2,3: que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 
4:3 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 

2 Ti 2:19-21: Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo. 
2:20 Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles. 
2:21 Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra. 

Ap 2:10,17: No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.  17 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.

2 S 16:7-12: Y decía Simei, maldiciéndole: ¡Fuera, fuera, hombre sanguinario y perverso! 
16:8 Jehová te ha dado el pago de toda la sangre de la casa de Saúl, en lugar del cual tú has reinado, y Jehová ha entregado el reino en mano de tu hijo Absalón; y hete aquí sorprendido en tu maldad, porque eres hombre sanguinario. 
16:9 Entonces Abisai hijo de Sarvia dijo al rey: ¿Por qué maldice este perro muerto a mi señor el rey? Te ruego que me dejes pasar, y le quitaré la cabeza. 
16:10 Y el rey respondió: ¿Qué tengo yo con vosotros, hijos de Sarvia? Si él así maldice, es porque Jehová le ha dicho que maldiga a David. ¿Quién, pues, le dirá: ¿Por qué lo haces así? 
16:11 Y dijo David a Abisai y a todos sus siervos: He aquí, mi hijo que ha salido de mis entrañas, acecha mi vida; ¿cuánto más ahora un hijo de Benjamín? Dejadle que maldiga, pues Jehová se lo ha dicho. 
16:12 Quizá mirará Jehová mi aflicción, y me dará Jehová bien por sus maldiciones de hoy. 

He 12:2: puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. 

Lc 4:18,19:

El Espíritu del Señor está sobre mí, 
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; 
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; 
A pregonar libertad a los cautivos, 
Y vista a los ciegos; 
A poner en libertad a los oprimidos; 
4:19  A predicar el año agradable del Señor.

Ez 33:1-3: Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 
33:2 Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo, y diles: Cuando trajere yo espada sobre la tierra, y el pueblo de la tierra tomare un hombre de su territorio y lo pusiere por atalaya, 
33:3 y él viere venir la espada sobre la tierra, y tocare trompeta y avisare al pueblo, 

Hch 4:29: Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, 

Ap 7:3: diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios.

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