Maná Génesis 44

2 Ti 1:14: Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros. 

Ez 3:3: Y me dijo: Hijo de hombre, alimenta tu vientre, y llena tus entrañas de este rollo que yo te doy. Y lo comí, y fue en mi boca dulce como miel.

Mt 3:17:  Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.

Sal 116:13: Tomaré la copa de la salvación,
E invocaré el nombre de Jehová.

Fil 2:9: Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 

Sal 68:3,4:  Mas los justos se alegrarán; se gozarán delante de Dios,
Y saltarán de alegría.
68:4 Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre;
Exaltad al que cabalga sobre los cielos.
JAH es su nombre; alegraos delante de él.

He 1:14: ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?

Ro 12:9: El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. 

Mal 3:9: Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. 

1 Ts 4:8: Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo. 

Jn 7:16-18:

Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. 
7:17 El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta. 
7:18 El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia. 

Ef 5:16: aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. 

Neh 1:5,6: Y dije: Te ruego, oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos; 
1:6 esté ahora atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado. 

1 Jn 1:9: Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 

Dt 6:6: Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 

Stg 4:10: Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.

Sal 78:7,8: A fin de que pongan en Dios su confianza,
Y no se olviden de las obras de Dios;
Que guarden sus mandamientos,
78:8 Y no sean como sus padres,
Generación contumaz y rebelde;
Generación que no dispuso su corazón,
Ni fue fiel para con Dios su espíritu.

Job 9:20,21: Si yo me justificare, me condenaría mi boca; 
Si me dijere perfecto, esto me haría inicuo. 
9:21 Si fuese íntegro, no haría caso de mí mismo; 
Despreciaría mi vida. 

Job 15:6: Tu boca te condenará, y no yo; 
Y tus labios testificarán contra ti. 

Ec 5:2,3:  No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras. 
5:3 Porque de la mucha ocupación viene el sueño, y de la multitud de las palabras la voz del necio. 

Sal 39:1: Yo dije: Atenderé a mis caminos,
Para no pecar con mi lengua;
Guardaré mi boca con freno,
En tanto que el impío esté delante de mí.

Job 13:5: Ojalá callarais por completo, 
Porque esto os fuera sabiduría. 

Jl 2:12: Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento.

Is 14:23: Y la convertiré en posesión de erizos, y en lagunas de agua; y la barreré con escobas de destrucción, dice Jehová de los ejércitos.

Ez 36:25: Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. 

Sal 139:1-4: Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
139:2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme;
Has entendido desde lejos mis pensamientos.
139:3 Has escudriñado mi andar y mi reposo,
Y todos mis caminos te son conocidos.
139:4 Pues aún no está la palabra en mi lengua,
Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.

Sal 11:4: Jehová está en su santo templo;
Jehová tiene en el cielo su trono;
Sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres.

Mi 6:6-8: ¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año? 
6:7 ¿Se agradará Jehová de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma? 
6:8 Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios. 

He 4:13: Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.

Jn 14:27: La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. 

1 Ts 3:10: orando de noche y de día con gran insistencia, para que veamos vuestro rostro, y completemos lo que falte a vuestra fe? 

Jn 3:30: Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe.

Is 55:10,11:  Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come,
55:11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié. 

Lc 7:7: por lo que ni aun me tuve por digno de venir a ti; pero di la palabra, y mi siervo será sano. 

2 Co 5:17: De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 

Dt 11:12:  tierra de la cual Jehová tu Dios cuida; siempre están sobre ella los ojos de Jehová tu Dios, desde el principio del año hasta el fin. 

1 Ti 2:5: Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, 

Zac 8:21: y vendrán los habitantes de una ciudad a otra, y dirán: Vamos a implorar el favor de Jehová, y a buscar a Jehová de los ejércitos. Yo también iré. 

Pr 18:20,21: Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; 
Se saciará del producto de sus labios. 
18:21 La muerte y la vida están en poder de la lengua, 
Y el que la ama comerá de sus frutos. 

Jn 15:5: Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. 

1 Co 3:11: Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. 

Lc 5:38: Mas el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar; y lo uno y lo otro se conservan. 

Lm 2:19: Levántate, da voces en la noche, al comenzar las vigilias; 
Derrama como agua tu corazón ante la presencia del Señor; 
Alza tus manos a él implorando la vida de tus pequeñitos, 
Que desfallecen de hambre en las entradas de todas las calles. 

Jn 3:3: Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. 

Ro 8:14: Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. 

Col 1:18,19: y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; 
1:19 por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, 

Jue 5:31: Así perezcan todos tus enemigos, oh Jehová; 
Mas los que te aman, sean como el sol cuando sale en su fuerza. 
Y la tierra reposó cuarenta años.

1 Cr 29:14: Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos. 

2 Cr 2:15: Ahora, pues, envíe mi señor a sus siervos el trigo y cebada, y aceite y vino, que ha dicho; 

1 Jn 5:7,8: Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. 
5:8 Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan. 

Servicio entrega cambio

Rut 3:5:  Y ella respondió: Haré todo lo que tú me mandes. 

Gn 37:28: Y cuando pasaban los madianitas mercaderes, sacaron ellos a José de la cisterna, y le trajeron arriba, y le vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron a José a Egipto. 

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